Capítulo 08.
Pasaba sus delicadas manos por las etiquetas de cada traje, negaba y veía otro, pero era lo mismo, entre más veía los precios más caros eran que el anterior, gimió frustrado, se volteó para ver al alfa que estaba detrás de él con una sonrisa.
—Jungkook no... esto es muy caro, puedo usar uno de los que tengo en casa, no es necesario que me compres un traje —juntó sus manitas enfrente jugando con ellas.
—Omega —dejó caer la cabeza hacia atrás dramáticamente—. Toma el que quieras y no veas el precio, así de fácil.
—Para ti si es fácil alfa con trajes caros —susurró volteándose de nuevo hacia las diferentes opciones que tenía.
—Te escuché —susurró cerca de su oído haciendo que el omega diera un brinco en su lugar—. Mira este es lindo.
Con las mejillas ardiendo lo observó un momento hasta que su vista se posó en uno detrás de ese. Lo tomó con cuidado de no dañarlo y sonrió, era lindo.
—¿Te gusta ese? —preguntó Jungkook feliz porque por fin había escogido uno después de dos largas horas.
—Si, pero quiero ver el...
Jungkook lo descolgó antes de que viera el precio, el omega frunció el ceño cruzándose de brazos.
—Sé que si ves el precio ya no lo vas a querer, vi como te brillaron los ojos al verlo, así que lo llevaremos —sonrió para tomar su mano y arrástralo a la caja para pagarlo.
Jimin con un mohín vio como el precio se relucía en la computadora a la hora de pagar, casi se cae al suelo, con las manos temblorosas tomó la bolsa donde iba. Jungkook sonrió por lo lindo que se veía el omega con su ceñito fruncido.
—¿Estás molesto porque te compré un traje?
—No Jungkook, es solo que era muy caro, pudimos ir a otro lugar, no quiero que gastes tanto dinero en mi —quedaron frente a frente.
—Pero yo quería regalártelo para que te vieras hermoso mañana, bueno hermoso ya eres —acunó sus mejillas en sus manos dando tiernas caricias con sus pulgares.
Jimin cerró los ojos por un momento ronroneando mientras inclinaba su cabeza ligeramente para recibir más caricias, cuando abrió los ojos se mordió el labio por la cercanía del alfa, sus alientos chocando, lo quería. Jungkook se separó rápidamente al darse cuenta, carraspeó, el omega hizo un puchero y empezó a caminar de nuevo hasta el coche, el alfa vio el cambio repentino, ¿y si lo incomodó? El alfa se sentía estúpido porque su intención no era que se sintiera así.
Caminó más rápido para alcanzarlo ya que había caminando unos metros más, abrió la puerta para que el omega entrara, no recibió ningún 'gracias' o el tímido sonrojo, la había cagado.
Corrió casi a tropezones hasta el otro lado, cuando entró el coche olía a decepción, se alarmó completamente.
—¿Omega hice algo malo? Perdón si te incomodé no quería...
—¿No querías besarme? ¿Te di asco acaso? —lo miró sintiendo sus ojitos picar.
Negó rápidamente acercándose lo más posible que pudo.
—No, no, solo no quise incomodarte y que te sintieras mal.
—Me sentí mal cuando me rechazaste —bajó la mirada.
—Te juro que quiero besarte —mordió su labio viendo los labios del omega.
—¿Por qué no lo haces?
—Todavía no es el momento, quiero esperarme, a parte, no quiero que nuestro primer beso sea en medio de la calle, omega. Quita esos pensamientos malos de tu cabecita, eres hermoso.
Jimin sonrió aliviado, se había sentido mal por el rechazo pensando lo peor, que tal vez el alfa no le gustaba y él se estaba haciendo ilusiones tontas. Cuando notó que el ambiente era mejor, le acarició la mejilla y decidió encender el coche para ir a dejarlo a su departamento.
✧✦✧
Jimin entró haciéndose a un lado para que el alfa pudiera pasar, dejó la bolsa en la repisa que estaba a un lado de la entrada y caminó un lado de él hasta que se dejaron caer en el sillón café, cerraron los ojos un momento ya que venían completamente cansados.
—Es muy cálido aquí —el alfa dejó caer su cabeza en el hombro del omega, sus ganas de olfatear su cuello era inmensas, contrólate, habló su lobo.
Jimin sonrió acurrucándose en Jungkook, se sentía tan bien cuando estaban juntos, en este tiempo se habían tomado un cariño tan grande que la verdad Jimin ya no quería pensar en otra cosa que no fuera el alfa de ojos verdes con su exquisito olor, y ni hablar de Jungkook, quería abrazar y besar las mejillas llenitas de Jimin, decirle a cada momento lo lindo que es, marcarlo con su olor y que el omega lo marque con el suyo.
Los minutos, horas tal vez, pasaron y ellos no se despegaron para nada, la posición era cómoda para ellos y se sentía tan correcto.
Jimin levantó una de sus manos y acarició los cabellos del alfa con cariño, Jungkook se movió un poco hasta que por fin hundió su nariz en su cuello, olfateó donde tenía que ir una marca y sonrió, el momento tenía que ser capturado para toda la vida, estaban metidos en una burbuja que no querían romper. Notó los suaves ronroneos del omega, acarició con la punta de su nariz despacio ahí mismo y dejó pequeñitos besos inocentes que para Jimin lo eran todo.
—Eres muy, muy lindo, omega —halagó saliendo de su escondite para verlo a los ojos, brillaban demasiado.
Con una tierna sonrisa besó su mejilla.
—Tú también eres muy lindo, alfa.
Jungkook iba a contestar con otro halago pero su móvil sonó rompiendo su burbuja, gruñó haciendo que el omega riera. Lo sacó de su bolsillo y vio un mensaje de Taehyung, oh Kim estás muerto.
Taehyung:
Jungkook tienes que venir a casa de tu padre, ahora.
Frunció el ceño, era obvio que no quería, lo que si quería era estar todo el día con el omega como estaban hace unos minutos.
Jungkook:
Taehyung no me jodas, no iré, tengo cosas importantes que hacer.
Taehyung:
Tu madre llegó, con tu hermano.
Jungkook:
Voy saliendo.
Se levantó del sillón seguido del omega que tiraba del hilito que salía de su camisa, Jungkook le sonrió embobado, lo abrazó acercándolo a su pecho.
—Tengo que irme, surgió algo en mi casa y tengo que estar presente, mañana paso por ti a las nueve, ¿si? —acarició su espalda con cariño, el omega hundió su nariz en su pecho.
—¿No te veré en todo el día? —y el lindo pucherito adornó su rostro.
—No lindo, ayudaré con las cosas y no me dará tiempo de venir.
Se separó pero sin soltarlo todavía, besó sus mejillas y frente varias veces haciendo reír a Jimin.
—Basta —carcajeó—. Me haces cosquillas.
—Nos vemos mañana, omega.
Lo acompañó hasta la puerta dándose unas últimas miradas antes de desaparecer por el pasillo.
✧✦✧
Jimin despertó muy temprano, cosa que no hacía los domingos, salió de su habitación y miró por el ventanal que tenía donde se veía toda la ciudad, el sol estaba saliendo haciendo que los rayos se traspasaran iluminado apenas el lugar. Caminó a la cocina para desayunar un poco de cereal, tomó lo necesario en sus manos agarrándolas bien, no quería hacer un desastre.
Decidió desayunar en su balcón, acomodó las cosas en la mesita y tomó asiento. Llenó el tazón primero con cereal llenándolo casi al tope como siempre lo hacía, vertió la leche después y dejó caer la cuchara adentro para tomar un bocado, cerró los ojos un momento mientras masticaba.
Quería quitar todos los miedos de su cuerpo, estaba aterrado con la cena, toda la noche no pudo dormir bien pensando en cómo sería. Por tratarse de Jungkook pensó que estaría gente muy importante, ¿por qué invitó a alguien como él? Pudiendo haberle dicho a otra persona con más clase y bello.
Dejó la cuchara dentro del tazón y se recargó en la silla, posó su vista en los demás edificios de enfrente, algunos estaban decorados con plantas alrededor, se veía lindo, vio que él no tenía nada para decorar solo estaban los barrotes negros simples, tendría que comprar unas plantas y ponerlas para que se viera igual de lindo.
Recogió todo de nuevo esta vez el tazón vacío, lavó lo que ensució tarareando una canción, secó sus manos con un trapo viendo rápidamente el reloj, un ruido en la puerta lo hizo moverse de su lugar.
—¡Hola!
—¡Mierda Jin, me asustaste! —llevó una mano temblorosa a su pecho—. ¿Cómo entraste?
—Tengo llave, tontito —sacudió las llaves en su cara.
—Recuérdame que te las tengo que quitar.
—¿No estás emocionado por lo de esta noche?
—Estoy nervioso —tragó duro.
—Todo saldrá bien porque yo te voy a ayudar a que estés muy lindo y opaques a todos —le guiñó tomándolo de los hombros.
—Jin, faltan más de doce horas.
—Un trabajo bien hecho no se hace rápido.
✧✦✧
En el reloj de oro blanco que estaba en su muñeca indicaba que eran ocho y media, decidió venir más temprano para poder apreciar al omega un par de minutos antes que los demás, estaba celoso porque mucha gente vería su belleza, solo lo quería para él.
Salió del coche indicándole a su chofer que en unos minutos regresaba. Saludó al portero con una inclinación, subió las escaleras a paso lento. ¿Que si estaba nervioso? Era poco, su padre no sabía a quien llevaría, cuando salió de su casa donde se llevaría acabo todo, la entrada estaba inundada de periodistas, los flashes de las cámaras lo habían dejado cegado, no quería pensar cómo se pondría Jimin.
Respiró unas cinco veces antes de tocar la puerta despacio, toques suaves que el omega ya reconocía, llevó sus manos hacia atrás y se balanceaba con sus pies. La puerta se abrió despacio y juró ver lo más lindo de todo el universo, boqueó tratando de encontrar palabras pero es que estaba ido.
El traje negro con brillos se moldeaba bien a su figura, no había notado las curvas del omega, ya que siempre llevaba ropa holgada, su cabello iba peinado hacia atrás, desde esa distancia pudo notar que tenía un poco de rubor y algo de gloss en sus labios, tan apetecibles.
—Hola alfa —susurró haciendo un mohín con sus labios.
—Te ves muy hermoso, omega. Yo diría que demasiado —halagó sonriéndole con ojos brillantes.
—Gracias, tú también te vez muy lindo.
Llevaba puesto un traje negro, la camisa era de color azul claro y tenía los primeros botones abiertos dejando su pecho al descubierto, Jimin trató de mantener la postura ante tremenda imagen que tenía enfrente.
—¿Listo? —preguntó el alfa extendiéndole la mano—. Siento que esta noche será increíble.
—Si —entrelazó su mano con la de él.
Salieron por el pasillo donde había otras personas que habitaban ahí mismo, ganándose miradas de su parte, por el pasillo murmuraban, "¿desde cuándo el omega tenía alfa?", "seguro sale con él por dinero", "alfas como ellos solo los quieren para aprovecharse".
Jimin estaba tan distraído en el aroma del alfa que no escuchó nada. Llegaron a un coche diferente.
—Esta vez no manejaré yo —le abrió la puerta de atrás para que se metiera.
Entró después cerrando la puerta tras de sí, le indicó al chofer que estaban listos y encendió. Jimin se removió en su asiento, el coche era muy espacioso y lujoso por dentro al igual que por fuera.
—¿Estás bien? —susurró cerca de su oído.
—Si, estuve nervioso toda la tarde —confesó sonriéndole apenas.
—Relájate, estarás conmigo toda la noche, cuando te des cuenta ya estaremos de regreso —apretó con su mano suavemente su pierna—. ¿Confías en mi?
Lo miró a los ojos sintiendo su cálida mirada sobre él, se acercó nervioso y dejó un beso en mejilla.
—Si, confío en ti.
Dejó su cabeza en su hombro recordando lo del día de ayer, sonrió cerrando poco los ojos, amaba la sensación de sentir su pechito caliente cuando Jungkook estaba cerca de él, no sabía que pasaría esa noche pero estaba seguro que la disfrutaría.
—Estamos llegando, omega —susurró en su sien dejando un beso ahí.
Abrió los ojos y abrió la boca al ver el tamaños de la casa, bueno mansión o castillo, era muy grande, lo que más le preocupó fueron todas esas cámaras que había afuera, escondió su cara en el cuello del alfa cuando todos eso flashes cayeron en su rostro mareándolo un poco, aúnque la ventanilla estaba cerrada y era blindada calaban en su vista.
—No pensé que habría todo esto —susurró después de salir de su escondite cuando todo quedó atrás.
Y lo que falta adentro omega, pensó apretando su cuerpo a él.
Había una fila de carros frente a ellos, salían alfas con sus omegas tomados de la mano, lucían vestidos largos y brillantes, había una alfombra roja enfrente donde tenían que pasar, tragó duro.
—Tú eres mejor que todos ellos —sonrió y luego pasó su mirada al chofer—. Sal a fuera un momento.
Él asintió saliendo como el alfa pidió juntándose con los demás que estaban afuera al igual. Acunó sus mejillas y besó su frente, habló sin despegarse de ahí.
—Eres increíble Jimin, te ves demasiado hermoso, cuando la gente te vea te tendrá envidia y querrán estar en tu lugar porque vas a brillar.
Jimin lo abrazó y restregó su mejilla en su pecho, Jungkook gustoso empezó a hacer lo mismo, se habían marcado con su olor.
—Tenemos que salir ya pequeño mimoso —besó cerca de sus labios.
Jungkook amaba repartir besos en su rostro porque al final Jimin terminaba sonrojado mordiendo su labio y lo hacía lucir adorable.
Abrió la puerta acomodando su saco, como olas llegaron los gritos de la prensa, preguntas, luces fastidiosas, tomó la mano del omega para ayudarlo a bajar ignorando todo solo concentrándose en él, de un saltito bajó apretando fuerte su mano, le sonrió seguro y caminaron por la alfombra, las preguntas lo empezaron a abrumar pero cuando entraron respiró tranquilo.
Entreabrió los labios al recorrer con la mirada todo el lugar lujoso, todo era de un color dorado gracias a las luces, los calderos que colgaban del techo brillaban como diamantes pulidos, los olores cayeron como bofetadas en su rostro, medio frunció la nariz pegándose más al alfa.
—Bien, nos iremos por acá para saludar, después iremos a las mesas —habló el alfa poniéndole suma atención a los gestos del omega, él solo asintió despacio—. Puedes hablar omega, no tengas miedo.
—Perdón, es que todo aquí es hermoso.
—Esta es la casa de mi padre, cuando era adolescente vivía con él aquí junto con... mi madre y hermano —susurró lo último.
—¿No te perdías aquí? Es gigante —notó el cambio de voz del mayor al hablar lo último así que decidió cambiar de tema para no incomodarlo y que su noche se estropeara.
—Solo pasaba de mi cuarto a la cocina —bromeó riendo al igual que Jimin.
Aún con sus manos entrelazadas sin soltarse en ningún momento caminaron hacia el salón principal, había mucha gente ahí con copas en manos sonriendo falsamente.
El resto de la noche fue tranquila para Jimin, no se sintió incómodo después de estar un rato ahí con Jungkook, como había prometido no se separó de él para nada y cuando un alfa se le acercaba gruñía bajo causándole gracia, habían recibido malas caras de algunos, otros solo sonreían por cortesía, conocían bien a Jungkook y no querían tener serios problemas con él.
A la hora de la comida pasaron a otro salón donde había muchas mesas redondas algo separadas con manteles negros de seda, la música de jazz en vivo sonaba de fondo haciendo todo más relajado, cada mesa tenía el apellido de la persona en el centro. Jungkook sabía que tenía que sentarse con su demás familiares así que no queriendo caminó hacia la mesa donde se sentarían ellos, sus padres y su hermano que no se los había encontrado en toda la noche, cosa tan rara que le causaba escalofríos.
Corrió la silla hasta atrás para que el omega se sentara, le agradeció con un sonrojo. Esto era tan raro, sus padres no aparecían por ningún lado, sabía que estaban tramando algo, los conocía.
Un peso se dejó caer a un lado de Jungkook, volteó y se topó con unos ojos verdes parecidos a los suyos, bebió de su copa de champán y la dejó en la mesa.
—Cuánto tiempo sin vernos, hermanito —apretó los dientes.
—Un gusto volver a verte, Jongsuk —apretó la manita de Jimin que estaba lejano a la situación y el ambiente a un lado de él—. ¿Y mis padres?
—Ya sabes, saludando por ahí, no tardan en regresar.
Y como si los hubieran invocado aparecieron con caras de pocos amigos sentándose enfrente de ellos sin saludar, el omega los vio chocando miradas con su padre que tenía el ceño fruncido, miró al alfa que miraba a su progenitor con la mandíbula apretada listo para atacar si soltaba algún comentario.
Jongsuk entrecerró los ojos mirando a Jimin, no había soltado la mano de Jungkook y eso lo hacía sentir seguro en ese ambiente que se formó, pasó la punta de su lengua por su labios, oh Jungkook.
Los camareros llegaron con platos en manos dejando uno enfrente de cada uno, Jimin no sabía que se estaba comiendo, parecía pescado con alguna rara salsa pero estaba bueno.
Su madre carraspeó llamando la atención de todos en la mesa.
—Jungkook —habló llevándose un pedazo de comida a la boca y masticando mientras lo miraba.
—¿Qué pasa, madre?
—¿No nos presentarás a tu acompañante? —preguntó ahora viendo a Jimin.
Jungkook suspiró volteando hacia el que se sentía pequeño en su lugar.
—Padres y Jongsuk, él es Jimin, mi acompañante —presentó con la mirada fija en cada una de sus expresiones, pero no había nada.
—Hola...
—No pedimos que hablaras —gruñó el señor Jeon haciendo que se encogiera en su lugar.
—No le gruñas —lo retó con la mirada frunciendo el ceño.
—Creo que la cena se ha arruinado —murmuró Jongsuk a un lado tirando la servilleta al plato dejando caer ruidosamente los cubiertos.
—Daejoon, Jongsuk y Jungkook, compórtense como los alfas que son, ahora —sentenció con la mirada a cada uno, los ojos de los demás se habían puesto en ellos causando ya un espectáculo.
—Nosotros ya terminamos, vamos Jimin te llevaré a un lugar —se levantó de la silla.
El omega asintió limpiado su boca con la servilleta y dejándola a un lado del plato, tomó su mano y salieron del salón. Jungkook se sentía tan molesto en esos momentos, quería que todo saliera bien pero con ellos nunca se puede.
—Perdón por lo que pasó, no debieron de ser groseros contigo.
Abrió la puerta dejando al descubierto todo el patio, caminaron por el camino de madera que había ahí alejándose de la casa. El alfa puso su brazo en los hombros de Jimin acercándolo más a él y así poder hundir su nariz en su cabello, después de un rato caminando se toparon con un puente de piedra, Jimin corrió y se asomó para ver el agua que tenía varios pescados amarillos y naranjas.
Jungkook sonrió acercándose a un lado de él, quitándole la parte donde se encontraron con sus padres, todo había sido perfecto después de todo, no iba a permitir que arruinaran su noche donde habían avanzado tanto, no desperdiciaría estos momentos, le gustaba estar con él.
—Mira Jungkook —apuntó con su dedo el agua—. Esos corales son muy lindos, ¿por qué son rosas? Nunca había visto uno de ese color, sólo blancos aunque creo...
Se calló cuando el alfa lo tomó de las mejillas y estampó sus labios en los gruesos del omega. No pudo contenerse más, él lo quería y Jimin también, ahí en el puente a la luz de la luna que era lo único que brillaba esa noche, aparte de Jimin, decidió besarlo. Ladeó la cabeza a un lado con los ojitos cerrados disfrutando del beso, de sentía como una caricia en su labios, los movimientos eran inocentes y sinceros, todo cálido.
Sus brazos fueron directo a sus hombros, acarició los cabellos de su nuca estando de puntitas porque no lo alcanzaba del todo, Jungkook bajó sus manos a su cintura donde lo abrazó y lo alzó sin despegar sus labios aún.
Se separaron cuando el aire les faltó pero se quedaron así diciendo miles de palabras con solo una mirada. Jimin amaba a Jungkook, Jungkook amaba a Jimin.
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